La revolución iniciada por Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1868 tuvo su continuidad en 1895, fue organizada por los cubanos. Rompe con las falsas teorías de que Cuba debe su independencia a los Estados Unidos para no reconocer al gobierno cubano y su autoridad en un territorio prácticamente libre cuando los norteamericanos decidieron intervenir en nuestras luchas dejando trunco un proceso genuino desde su mismo comienzo y que concluyó con la frustración del pueblo cubano y el ideario martiano como expresión y resumen de todo el pensamiento más avanzado de los cubanos del siglo XIX.